La industria alimentaria se caracteriza ya no solo por enfrentarse a problemas de pérdida y desperdicio de alimentos, sino que también implica un uso considerable de recursos para su producción.
La ley tiene como objetivos principales: promover la bioeconomía circular, estructurar una gestión más eficiente de los recursos y concienciar e informar tanto a los agentes de la cadena alimentaria como a los consumidores. También pretende establecer reformas estructurales en la cadena de elaboración, transformación y suministro de productos alimentarios para que haya un cumplimiento riguroso de los objetivos.
La ley consta de 19 artículos estructurados en seis capítulos:
- El Capítulo I está dedicado a las disposiciones generales, donde se establece el objeto y el ámbito de aplicación de la ley.
- El Capítulo II regula las obligaciones de los agentes de la cadena alimentaria.
- El Capitulo III establece recomendaciones para las Administraciones Públicas, empresas que venden al consumidor final y del sector de la hostelería, basadas en un conjunto de medidas de buenas prácticas.
- El Capítulo IV se centra en la racionalización de las fechas de consumo preferente para contribuir a la prevención y reducción de pérdidas de alimentos.
- El Capitulo V plantea una serie de herramientas para reducir estos problemas, incluyendo un plan estratégico que detalla la política de desperdicio, orientaciones para programas autonómicos y objetivos mínimos a cumplir.
- Por último, el Capítulo VI de esta ley recoge el régimen sancionador. Tipifica las infracciones y se detallan las sanciones básicas en la materia, de modo que se asegure un margen amplio para que las normas autonómicas decidan cual ha de ser su sistema de infracción y sanciones.
Esta normativa representa un paso significativo en la lucha contra el desperdicio alimentario. Al establecer obligaciones y recomendaciones para todos los actores de la cadena alimentaria y plantea un desafío para las empresas, que deberán adaptarse a las nuevas exigencias. Es fundamental seguir de cerca su evolución y el impacto que tendrá en el mercado, tanto en términos de sostenibilidad como de competitividad empresarial.
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